Organizaciones de diversos continentes del mundo, reunidas en Sao Paulo – Brasil, en ocasión del encuentro del Comité Internacional del Foro Social Mundial de las Migraciones – FSMM, condenamos de manera enérgica la crítica e injusta situación por la cual atraviesan millones de migrantes que han sido forzados a desplazarse de sus lugares de origen escapando de las guerras, las crisis económicas, la incertidumbre de no tener un futuro para sí mismos y sus familias. Esta situación, producto de las violencias desatadas por el capital, las evidenciamos hoy de manera cruda y criminal en todas las fronteras del mundo.
Más allá de las imágenes del mediterráneo que nos indignan y que han consternado al mundo entero, constatamos que se trata de una barbarie que se repite en muchas partes del mundo de manera cotidiana e impune. Es en el fondo una guerra desatada por el capital contra la humanidad y la naturaleza, donde uno de los eslabones más débiles es la población migrante, la cual sufre de manera constante la vulneración de sus derechos por parte de los Estados, que a pesar de suscribir múltiples pactos de derechos humanos, terminan por violentar de manera sistemática el derecho internacional.
Desde los gobiernos y organismos internacionales se intenta confundir a la opinión pública mediante divisiones entre refugio y migración económica, otorgándoles derechos a unos y desconociéndoselos a otros, tal como ocurre hoy en Europa. Refugiados/as y migrantes económicos son víctimas del sistema capitalista que los despoja, discrimina, explota y criminaliza y, sin embargo, se pretende convertir a las víctimas en culpables, criminalizándoles e incluso sentenciándoles a muerte. Las grandes corporaciones, los agronegocios, el acaparamiento de tierras, el desmantelamiento de la industria a través de la maquilización y financiarización forman parte de las causas estructurales que originan la migración.
En este juego perverso, las fronteras de Europa y Estados Unidos se extienden cada vez más por encima de sus límites geográficos. Las políticas de militarización de las fronteras para impedir la llegada de las y los migrantes avanzan mediante procesos de externalización de las zonas limítrofes, como lo ejemplifican los acuerdos bilaterales entre los Estados europeos y los países al extremo sur del Mediterráneo y del África Subsahariana.
En el territorio Mesoamericano de tránsito hacia el “gran sueño americano”, la trata y el tráfico de personas son una realidad, así como las fosas comunes encontradas en México, todo esto a vista y paciencia – e incluso muchas veces, complicidad – de gobiernos, instituciones estatales y otros actores involucrados en la vulneración de derechos de la población migrante, como lo es el crimen organizado, las mafias del narcotráfico, lo cual refleja cada vez más la brutalidad de la guerra en contra de los y las migrantes y de la población en general.
Los Gobiernos, a través de sus políticas y prácticas concretas, pretenden detener la migración, regular los flujos y asegurar el suministro de fuerza de trabajo barata, flexible y subordinada para saciar las necesidades del capital sin importar los derechos, la dignidad y el sufrimiento que generan estas políticas en el seno de las familias y de las sociedades, particularmente en el vasto sur global.
No queremos dejar de señalar como parte de esta brutal embestida del capital, las desapariciones forzadas que han dejado heridas profundas, como lo es el caso de los estudiantes de Ayotzinapa en México; tragedia – la de las desapariciones – que también la están viviendo miles de familias en otros países del mundo que luchan por conocer el paradero de sus familiares migrantes.
En este sombrío escenario asistimos también al nacimiento de nuevos movimientos sociales autónomos, que con su solidaridad, resistencia activa y rebeldía civil están abriendo brechas y caminos para la transformación. La solidaridad manifestada por la población húngara hacia las y los migrantes, la marcha de la libertad hacia Austria y otros miles de ejemplos cotidianos, son manifestaciones que evidencian vientos de esperanza, reafirmando la necesidad de crear un mundo donde quepan muchos mundos, un mundo donde no exista explotación, discriminación, despojo y exclusión.
Las organizaciones que suscribimos este pronunciamiento nos declaramos en rebeldía permanente contra el sistema y redoblaremos nuestra lucha para enfrentar y denunciar esta hegemonía del capital que arremete contra los derechos más elementales de los seres humanos y, en particular, de la población migrante, a la vez que llamamos a los hermanos y hermanas trabajadores, campesinos, pueblos originarios, mujeres y jóvenes a unirnos en una lucha frontal y cotidiana en contra de este sistema depredador. Así mismo exigimos a los Estados la ratificación y cumplimiento de los diversos tratados internacionales de derechos humanos.
Por todas estas razones, renovamos nuestro compromiso con las diversas luchas que se dan a nivel global, a la vez que compartimos nuestra resolución de llevar a cabo la 7ma. edición del Foro Social Mundial de Migraciones – FSMM en Sao Paulo, Brasil a mediados del año 2016.
¡Somos personas no números, detengamos la masacre!
¡Somos personas no números, detengamos la masacre!
¡La aparición con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa: “Vivos se los llevaron vivos los queremos”!
¡Ni terroristas ni criminales, trabajadores internacionales!
¡Respeto y defensa de los Pueblos originarios!
¡Pueblos en movimiento por una ciudadanía universal!
¡Buscando alternativas, derrumbando muros y construyendo alternativas al capital!
¡Derechos de la población migrante, más allá de su condición migratoria!
Sao Paulo, 6 de septiembre del 2015
Suscribimos,
Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica – ALER
Asociación Recreativa Cultural Italiana – ARCI
African Diaspora Forum – ADF, Sudáfrica
Espacio Sin Fronteras – ESF
Grito de los Excluidos Continental
MIREDES Internacional
Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo – PIDHDD
Red de Scalabrinianas
Red Internacional de Migración y Desarrollo
Servicio Pastoral de los Migrantes – SPM, Brasil
Adherimos,
Asociación Ecuménica de Cuyo, Mendoza, Argentina
Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, Desarrollo y Democracia, Bolivia
Centro de Derechos Humanos y Ciudadanía del Migrante – CDHIC, Brasil
Centro de Documentación en Derechos Humanos “Segundo Montes Mozo S.J.” – CSMM, Ecuador
Centros de Estudio y Apoyo al Desarrollo Local, Bolivia
Centro de Estudios Fronterizos, Bolivia
Clinica de Migración y Derechos Humanos de la Universidad Nacional de COMAHUE, Patagonia Argentina
Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos – CDH, Ecuador
Comuna Caribe, Puerto Rico
Coordinadora de Abogados del Paraguay
El Kolectivo Panamá
Frente Nacional de Sectores Afectados por la Expanción Piñera – FRENASSAP, Costa Rica
Grito Argentino, Argentina
Grito Caribe, República Dominicana
Movimiento Campesino en Defensa del Río Cobre – MOCAMDERCO, Panamá
Mujeres Sin Fronteras – Uruguay
Organización Fraterna Negra Hondureña – OFRANEH
Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina – OSPAAAL
Pastoral de Migraciones, Neuquen, Argentina
Plataforma de Gestión Cultural Cusuco, Nicaragua
Red Nacional de Lideres Migrantes, Argentina
Vientos del Sur, Ecuador
Suscribimos,
Suscribimos,
CEH Arturo Jauretche, Argentina
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