(9) Mario
Hombre joven, elegante, urbano. Se mueve con cierto abandono muy
personal. Parece estar siempre un poco abstraído, lejos... Habla
reposadamente. Cuando necesita un vocablo expresivo cierra los ojos, le
busca, atrapa y su diestra parece entregarlo al interlocutor. Después la
mano desmaya y Mario Kennedy continúa hablando, caídos los brazos,
vivaz la mirada, grave la expresión.
Administra su vigor. Ahorra como los atletas. Bajo esa calma se adivina
el músculo pronto para el salto. Hay en él una fuerza imponente,
tranquila, como la de su patria.