24.1.13

Tres obras reeditadas del senador e historiador Salvador Cabral Arrechea



El presidente de la Cámara de Representantes Carlos Rovira, en una pormenorizada exposición, analizó los nuevos aportes al conocimiento regional que ofrecen tres obras reeditadas del senador e historiador Salvador Cabral Arrechea, en la presentación realizada en la tarde de este lunes en la Sala de Lírica del Centro del Conocimiento.
Una primera aproximación a la sustancia, a los contenidos de estas expresiones nos llevan a concluir en un hilo conductor sólido, firme, arraigado, por una parte en el deseo, en la inquietud demostrada a lo largo de su vida que compartimos absolutamente- de sentirse insatisfecho con la hegemonía del centro, porteña de los hombres blancos e hijos de europeos. Porque serán merecidas sus medallas pero nosotros no estamos dispuestos al olvido, a la omisión de nuestros próceres criollos, hijos de indígenas o mestizos, que no tienen menor altura ni calidad en su vasta obra patriótica, puntualizó.

16.1.13

La Doma India que practicaban los Hermanos Kennedy de La Paz

Es un método no violento, por que no se castiga al caballo, no se lo palenquea, no se lo tira de la boca, no se lo manea, ni se lo taquea.

Una virtud que el imaginario popular reconoce a los Hermanos Kennedy de La Paz, es su fuerte relación con los pingos. Una mirada pluricultural y ecológica que recogen en los saberes populares de la zona: el caballo como un igual, como un ser domesticable con la palabra y el corazón, en patas, sin espuelas.

Roberto Kennedy, hermano de Eduardo y Mario, legó su amor por el caballo a su hijo: "La doma nació conmigo, fue algo instintivo. A los 12 o 13 años montaba potros en pelo y en la estancia de mi padre nunca usaba caballos domados por otros", recordó Roberto Kennedy (h.).

Trabajó junto a su padre, y sí, de él aprendió a domar de abajo sin subir jamás al caballo, inculcándole obediencia con tres palabras claves: vamos, va, y quieto. La primera, para que se moviera más o menos rápido según la entonación de la voz, y la última para que se detuviera. Va, como reprimenda para que dejara de hacer lo que podía estar haciendo mal.

Yamandú Rodríguez (1934) con una mirada más criolla que india lo llama EL CENTAURO y resalta su coraje: "Roberto es jinete famoso. Alto, fino, cimbreante, con algo de lanza y un brillo de cuenta india en los ojos obscuros. Tiene estampa de caballero andante. Su fama inspira a los payadores. Al verle jinetear quedan de boca abierta las guitarras. Muchas veces se sienta en la maroma del corral, espera la salida de un potro crudo, salta en “pelos” se afirma en las rodajas y tiene que agacharse para no tocar el sol. Solo pide campo y bagual; así luchan el vigor de un potro y el vigor de un Kennedy".

Dice Martín Fierro, hablando del indio y su caballo: "Lo varea en la madrugada; jamás falta a este deber. Luego, lo enseña a correr entre fangos y guadales. Ansina esos animales es cuanto se puede ve."

La Doma India no es solo un método más para domar caballos, es un modo de entender el universo, es una filosofía de vida, que entre otras cosas da excelentes resultados con los caballos.



Durante el período pleistoceno existían caballos autóctonos en casi toda América, el territorio que corresponde a la Argentina fue particularmente rico en estos "paleocaballos" La llegada del ser humano hace más de 11.000 años parece haber sido un factor decisivo (junto a epizootias) para la extinción de los equinos autóctonos de América; por este motivo a la llegada de los europeos (fines del siglo XV) no existía memoria de esos primeros caballos de los cuales solo quedan fósiles.

3.1.13

2 Winchester 1892


Nuevo comentario en su entrada:

Hola me gustaria acotar una partecita de esta fabulosa historia de los hermanos Kennedy, cuando salieron de La Paz después del fracaso de la revolución y toma de la ciudad de La Paz se dirigieron el sur de Corrientes, segunda seccion, Sauce Corrientes, donde se escondieron unas semanas en la Estancia "Santa Rosa" del papá de mi abuelo paterno don Arturo Wetzel, mi abuelo Ruben Wetzel me contaba que él con solo 10 años, le llevaba la comida a los hermanos Kennedy al monte donde permanecian ocultos; también pasaron unos dias en la estancia "La Maquita" propiedad -en ese tiempo- de don Cabral; desde esos lugares se preparó la huida al Uruguay con una escala en una estancia de Curuzú que no recuerdo el nombre del propietario; desde esa estancia el papá de mi abuelo los llevó a la noche a Curuzú para cruzarlos al Uruguay por el río.
Quiero decir que mi familia conserva de los hermanos Kennedy dos Winchester modelo 1892 ya que en su huida no podian llevar las armas y se las dejaron a mi bis abuelo; con mucho cuidado las tenemos todavía y andan como si fueran nuevas.
Bueno, espero que les sirva este fragmento de la historia.

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NOTA: esta entrada es del  25.10.10 pero hoy, al cumplirse el 81° aniversario de la rebelión de los patriotas del sur (3/1/32), la publicamos nuevamente por su aporte histórico. Gracias por tu visita. No dudes en comunicarte via e-correo o facebook.