21.4.13

Carmelito Acosta: mito y leyenda


La responsable del Museo Regional de La Paz, Sra. Maruca Gotardo de Pérez, fue la primera persona que me comentó sobre las andanzas del gaucho Carmelito Acosta, en 2004. Por ese entonces yo trabajaba en la escuela secundaria “José S. Álvarez” del paraje Tacuaras, cerca del Guayquiraró. Allí, dentro de un libro de la Biblioteca de la escuela, encontré una esquela muy borroneada y tachada que invocaba a Carmelito.
Indagué en la comunidad educativa del lugar, y me fui dando cuenta de la aceptación popular de este "Bandido Rural", al decir de León Gieco.
La historia de Carmelito es bastante parecida a la de otro gaucho rebelde: Antonio Mamerto Gil Núñez, denostado por la partida policial y los terratenientes; tomado por el Pueblo como un santo, que intercede ante Dios en situaciones difíciles -recomiendo aquí el chamamé del Padre Julián Zini, si es posible interpretado por Nélida Argentina Zenón- para entender más este aspecto sobrenatural muy valorado en nuestra Cultura Popular. Asimismo invito a observar arte y tatuajes; y a la lectura de 2 pequeños libros; “El Gauchito Gil” de la Lic. Elsa Fólder, ediciones Imaginador, 1999; y “Los poderes del gauchito Gil” de Tránsito Galarza, ediciones Libro Latino, 1999.
Hace un tiempo, pude acceder al chamamé de Héctor Cacho Miño inspirado en la Fiesta del Toro y su campo de destrezas “Carmelito Acosta”, ubicado en campos de la familia Genes (Paraje Yacaré). En la letra (transcripta más abajo), se destaca el espíritu aventurero y la capacidad artística del gaucho como dibujante y pintor. Esto último, también ratificado por Alfredo Pituco Martínez, que siendo joven tuvo acceso a un papel de estraza (que se usaba para envolturas en los viejos almacenes) con escritos y dibujos de Carmelito hechos con pétalos de flores del monte.
Roque Casals (Santa Elena) aporta datos brindados por Jesús Blanco, integrante del Conjunto “Los Peregrinos”: Carmelito era amigo de su padre, Juan Ramón Blanco, oriundo de Ombú. En los años 1947 y 1948, cuando Jesús tenía alrededor de 10 años, el gaucho Carmelito visitó su casa del barrio puerto de La Paz (…) Tenía un caballo ruano, que saltaba los alambrados y con un silbido lo tenía a su lado (…) Nunca se le conoció muerte; posiblemente era cuatrero porque era muy perseguido por la policía.
Luego reproduce una copla popular: “Un gaucho de Tres Lagunas/ con cara de zorrito/ no hay alambrado que ataje/ a su ruano Pajarito”.


Linares Cardozo en su libro “Júbilo de Esperanza” nos cuenta:"En lo mejor de mi labor se me aparece este hermoso anciano, espigado, ágil todavía, muy prolijo y aseado en su vestimenta, con una cabellera blanca que le caía, sujetada a la altura de la frente por una vincha que lo hacía un patriarca gaucho". Hablaba de Carmelito: “Recuerdo un baqueano y matrero, famoso en el norte de la provincia por sus correrías. Se llamaba Carmelito Acosta y quiso el destino que lo conociera casi centenario, guapo, lúcido y andariego. Yo estaba pintando un paisaje del arroyo de Las Estacas (…) En lo mejor de mi labor se me aparece este hermoso anciano, espigado, ágil todavía, muy prolijo y aseado en su vestimenta, con una cabellera blanca que le caía, sujetada a la altura de la frente por una vincha que lo hacía un patriarca gaucho". Y prosigue: “Su presencia fue como una aparición, llevaba puesto un ponchillo que le protegía la espalda. Dejé mi trabajo para atenderlo (…) me confesó el entusiasmo de toda su vida por el dibujo, la música y las artesanías. Como siempre vivía ‘alzado’ la autoridad lo persiguió permanentemente. Fue un ‘calandria’ oculto entre las costas y los montes y así descubrió sus secretos”.
Carmelito Acosta, Ramoncito Muñoz, Lázaro Blanco, El Gauchito Gil; historias y trayectorias de nuestra región que perviven en la Memoria Histórica y la Liturgia Popular.

Autor: M. F.



Llega la Fiesta del Toro, ya se escucha los murmullos
Por el lao de “Tres lagunas”, por el pago del Barullo.
Allí junto al Yacaré, ese arroyo entrerrianito
Está el campo de destreza, bien llamado Carmelito.

Gauchito de “Tres Lagunas”, aunque los años pasaron
se recuerdan sus andanzas, porque en la gente quedaron.
Era ágil cual un gato y le sobraba el valor
al tratarlo muy amable, buen dibujante y pintor.

Se montan los toros bravos, cebúes de Mario Genes
con Marito y Pampa Beto, los floreos van y vienen
y la gaucha agrupación, de paisanos, paisanitos,
lo recuerda a Carmelito y a su Ruano Pajarito.

Fue Don Aguedo Martínez, que a cantarle me inspiró,
también Don Nito Acevedo, de su bravura me habló.
El tiempo que juzga todo, al Gauchito lo indultó
y con la Fiesta del Toro, Carmelito retornó.

El gaucho ganó los montes, por allí salvo su vida
un árbol Guaraniná fue su segura guarida.
Carmelito Acosta fue, por un pueblo preferido,
muy distinto de otros hombres, que no quede en el olvido.

Letra y música: Héctor “Cacho” Miño   



11 comentarios:

mariano dijo...

en santa elena se puede preguntar a la familia de la zorra blanco, tenía una canción a carmelito.

marta dijo...

en feliciano está la historia de RAMONCITO MUÑOZ. el maestro scaldaferro sabe mucho del tema.

MARIANO dijo...

Ahí cerca de Tres Lagunas, están los pagos del chasqui milagrero, Lázaro Blanco, Rubén Bourlot tiene una interesante nota en La Solapa:


http://lasolapaentrerriana.blogspot.com.ar/2013/04/el-chasqui-milagrero.html

Anónimo dijo...

Bandidos rurales, difícil de atraparles
Jinetes rebeldes por vientos salvajes
Bandidos populares, difícil de atraparles
Igual que alambrar estrellas en tierra de nadie.

Anónimo dijo...
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hugo dijo...

“Carmelito Acosta” fue, por un pueblo preferido,
muy distinto de otros hombres, que no quede en el olvido.

JOSE dijo...

GRACIAS CARMELITO

Anónimo dijo...

carmelito etuvo también en el sur de corrientes, libertador, paso yunque. saludos

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

gracias carmelito

Anónimo dijo...

que no quede en el olvido.