20.2.15

Importancia estratégica de la Batalla El Espinillo


Gentileza de Prof. Gladis Balbi – Prof. Alejandro Richardet para la Cooperativa de Trabajo Cultural “Puente de la Picada”

El 22 de febrero de 1814, en el Distrito de El Espinillo cercano a la antigua Posta, entre los arroyos El Espinillo y Sauce, las fuerzas orientales lideradas por Andres Latorre y Fernando Otorgués, en acción conjunta con el comandante Eusebio Hereñú al mando de las milicias entrerrianas, enfrentaron y derrotaron a las fuerzas del Directorio porteño, y tomaron prisionero al comandante Von Holmberg a sus oficiales y soldados.

La importancia de El Espinillo comienza por ser reconocida por el propio Artigas “ todos los Pueblos situados a lo largo del Uruguai y Paraná estan bajo un mismo pié de reforma y han saludado el restablecimiento de la armonía general, de la prosperidad y la vida, de la paz y la libertad en los sucesos de Gualeguaychú, Espinillo, Bajada, Concepción y La Cruz “ (Carta al cabildo de Corrientes Paraná 29 de Marzo de 1814)


Artigas en Entre Ríos

No creemos sea casualidad u omisión que no se registre fehacientemente la presencia de José Gervasio Artigas en la Provincia de Entre Ríos, y puntualmente en la Baxada o Villa del Paraná. Su presencia en momentos muy especiales y trascendentes para la historia del federalismo y para su propia trayectoria histórica, merecía a nuestro entender mayores preocupaciones y mejores precisiones.

Por ejemplo destacamos que es en el centro de nuestra provincia a principios de 1811 y en uno de los poblados más antiguos, Nogoyá, que adhiere Artigas a la revolución reconociendo a la 1ª Junta y siendo conocido como un líder político militar del proceso revolucionario. Casi de inmediato producida la admirable alarma (según su propio decir ) y ganada la 1ª batalla de la Junta patriota contra los realistas con el triunfo de Las Piedras, de la que mañana se cumplen 202 años se generan las disputas y controversias con el gobierno porteño que en el armisticio con el Virrey español en Octubre de 1811, deja librada a su suerte a la población patriota de Montevideo y de las villas orientales más importantes y devuelve al poder realista las villas entrerrianas de la costa del Uruguay, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y Gualeguay recuperadas por Bartolomé Zapata y sus montoneras para la patria naciente.

Poco tiempo después en 1812 conduce a miles de orientales en el exilio masivo hacia el Ayuí, en el Salto Chico de Concordia luego de haber sido reconocido en una asamblea en extramuros de Montevideo como líder político militar del Pueblo Oriental, estableciéndose luego de una larga marcha en Octubre de 1812. En esas circunstancias es designado gobernador y jefe militar de las Misiones. Allí conoce a Andresito y muestra sus dotes de conductor integral. Y también según algunas fuentes allí conoce a Melchora Cuenca una de sus mujeres.

Apenas iniciado el año 1815 lo vemos llegar triunfante, instalando su campamento en la villa del Paraná para incidir política y militarmente en la liberación de Santa Fe y alentar la designación de su primer gobierno independiente del yugo porteño, lo que se concreta un año más tarde con el gobernador Don Antonio Candioti, aclamado por su pueblo, así como del primer diputado artiguista de la Villa de Rosario: Don José Tiburcio Benegas. Y esta presencia del pueblo en armas triunfante sobre el centralismo porteño de 1814, se reiterará en 1815 en fechas similares donde incluso en una tarea de desinformación e inteligencia militar firma como desde un Cuartel Andante de Santa Fe, oficios y partes escritos en su campamento de Paraná.

En los meses claves de Marzo a Mayo de 1815, Artigas desde Paraná, alcanza la máxima altitud portando las banderas del federalismo y de la libertad, desplegando su manto protector desde las Misiones occidentales, Corrientes, la Banda Oriental, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y siendo reconocido por el Ejército del Norte, después del motín de Fontezuelas ( 3 de Abril de 1815) y su figura reivindicada en un acto institucional de enorme contenido simbólico por el Cabildo de Buenos Aires fechado en Mayo de 1815. 10 Mayo 1815 – el cabildo de Buenos Aires dispone sean quemados por mano del verdugo en la plaza de la Victoria los ejemplares aun no distribuidos de los bandos y proclamas emitidos por la corporación “por la fuerza y amenazas” contra “el ilustre y benemérito jefe de los orientales”, la ceremonia se llevará a cabo el día siguiente en la galería del cabildo en presencia de los cabildantes, el Director Supremo y las tropas formadas en cuadro.

De todos estos hechos los entrerrianos/as y así como la gran mayoría de los argentinos/as no tenemos mayor idea – dicho con elegancia – por no decir lisa y llanamente el más absoluto desconocimiento.

Después de un par de largos años y días y meses de investigación elaborando el próximo libro a pedido de la Cooperativa Cultural Puente de La Picada accedimos a documentación fehaciente de limitado conocimiento académico y con toda seguridad de casi absoluto desconocimiento público. Por ejemplo el informe del Coronel prusiano Eduardo Kaulitz Von Holmberg al Director Posadas luego de la derrota de El Espinillo publicado originalmente por el Prof. Facundo Arce y también al estudio del Sumario criminal aportado por el Prof. Narancio y publicado en los Anales de la Universidad de la República en 1949, aunque inicialmente fue rescatado en 1945 de los papeles que el distinguido fundador de la historia liberal oligárquica Bartolomé Mitre “distrajo” del conocimiento público, como sucedió de manera similar con el original del Plan de Operaciones de Mariano Moreno, o las actas secretas del Congreso de Tucumán entre otras documentales perdidas.

Esta historia olvidada, minimizada o invisibilizada al pueblo de Entre Ríos y toda la región de Los Pueblos Libres, por lo tanto de las Provincias y Naciones hermanas debe estar en el conocimiento de todos y todas. A ello dedicamos este homenaje y de allí el título de esta presentación.


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